Factores climáticos para el bienestar de los conejos

[YoArnold83]

Si queremos tener una buena producción, es fundamental atender a las necesidades de los conejos para lograr su bienestar. Los factores climáticos del lugar donde tengamos a los animales determinarán el tipo de instalaciones que tendremos: si los mayores problemas a los que nos enfrentaremos serán motivados por el frío o por el calor.

A continuación destacamos los factores climáticos que influyen en el bienestar de los conejos y cuáles son sus niveles óptimos:

Temperatura. Hay diversas opiniones al respecto, aunque todas ellas concuerdan en que la temperatura ideal se sitúa en la franja de los 15-20 grados centígrados. En ninguna circunstancia debería bajar de los 10 grados ni superar los 30 grados. Por un lado, las bajas temperaturas provocan mortalidad y eleva el consumo de pienso para mantener el calor corporal, influyendo en los costes de la granja cunícola. Los conejos son especialmente sensibles al exceso de calor: inhibe el apetito; disminuye la fertilidad de las hembras y el ardor sexual de los macho; deshidrata a los animales; provocan homeostasis o desequilibrio del sistema de regulación de la composición de la sangre y puede provocar homeotermia o parada del sistema de regulación de la temperatura corporal. Esto debe evitarse a toda costa: puede producir fiebre, muerte por sofoco, paro cardíaco o lesiones cervicales.

Ventilación. Como en toda granja, el aire limpio y una correcta ventilación es imprescindible. Cabe señalar que la velocidad del aire debería ser menor de 16 metros por minutos. Asimismo, debemos evitar la presencia de gas carbónico, amoniaco e hidrógeno sulfurado en el aire, pues aumentan la probabilidad de que los animales sufran de pasterellosis.

Humedad. Lo ideal sería que la humedad oscilara entre el 60-70%. Unos niveles altos de humedad y amoniaco producen rinitis.

Iluminación. La cantidad de luz óptima para garantizar la fertilidad de las conejas es de entre 11 y 12 horas diarias. Los machos necesitan 8 horas de luz diaria para mejorar el comportamiento y la calidad respecto a la vitalidad de los espermatozoides.