Los perros salvajes que la semana pasada atacaron una granja de Serós (Segrià) en la que murieron 200 ovejas han matado nuevamente esta madrugada dos más en una explotación vecina del mismo propietario.
El dueño de los animales, Agustí, ha explicado minutos antes de poner la denuncia en la comisaría de los Mossos d'Esquadra, que los perros le habrían matado más animales si él no hubiera disparado con una escopeta de perdigones para espantarlos.
Agustí ha relatado que se ha quedado a dormir en la granja para salvar su ganado porque estaba convencido de que los perros volverían.
Según su versión, en el último ataque han participado tres perros salvajes, uno de ellos de grandes dimensiones.
Los agentes rurales siguen intentando localizar la manada de perros con la intención de atraparlos con redes, si es posible, y de sacrificarlos si no pueden pillarlos.
El ganadero ha mostrado sus dudas sobre la posibilidad de que los agentes encuentren a los perros si continúan buscándolos en coche: "A los perros se les encuentra andando, si se les busca en coche, el ruido les espanta".
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