Según las cifras que España ha comunicado a la Comisión Europea, el censo actual de gallinas ponedoras es de 38.408.780 aves, y de ellas, 35.686.044 se alojan en jaulas, lo que supone el 93% del total. El resto se distribuye entre gallinas camperas: 1.640.509 (el 4%), gallinas en el suelo: 953.714 (el 2%) y las ecológicas: 128.116 (el 0,3%). Todas estas aves se encuentran en la actualidad alojadas en 1.025 explotaciones avícolas españolas, de las que 551 son granjas con jaulas; 185 son granjas con gallinas camperas; 189 son en suelo y 100 son explotaciones ecológicas.
Si comparamos con el censo de los Estados miembros que pertenecen a la UE, el porcentaje de gallinas alojadas en jaulas en considerablemente menor (un 41,2%), lo que deja ver la enorme importancia que están cobrando en Europa los sistemas alternativos. De los 496,5 millones de ponedoras que existen en la UE, el 7,6% son camperas; el 13,2% está alojado en suelo y el 2% en granjas ecológicas. Como vemos, todos los tipos de alojamientos alternativos son superiores que en España.
Para ver la evolución que ha sufrido el censo de ponedoras en España en los últimos años, podemos analizar las cifras facilitadas por Esperanza Orellana en las últimas Jornadas Profesionales de Avicultura celebradas en Sevilla recientemente, con las que puso de manifiesto que en 2008 había unas 46.329.355 ponedoras. Así, el número de explotaciones se situaba entonces en 1.445 –una cantidad mayor que la de ahora, que como ya sabemos viene dada por la aplicación de la Directiva de bienestar animal y el consecuente cierre de muchas granjas que no pudieron adaptarse-. Pero también son ilustrativas las cifras atendiendo al tipo de alojamiento, que demuestran el crecimiento de los sistemas alternativos: según Esperanza Orellana, las granjas ecológicas pasaron de 54 en el año 2008 a 95 en el año 2013 y las camperas, de 164 en el año 2008 a 182 en 2013. Por el contrario, las granjas con gallinas en suelo disminuyeron, y obviamente también lo hicieron las de baterías, que de 982 pasaron a 541. Esta ha sido otra de las consecuencias de la aplicación de la Directiva: muchos productores han optado en estos años por cambiar de sistemas en batería a sistemas alternativos, siendo las granjas ecológicas las que más han proliferado en número. Sin embargo, como se pone de manifiesto en las cifras ofrecidas por el resto de Estados miembros, la situación de España es bastante diferente a la media europea, puesto que a pesar del crecimiento percibido en los sistemas alternativos, los sistemas en jaulas enriquecidas siguen representando el gran peso de la producción nacional.
