El sector del huevo de Estados Unidos ha mostrado su inquietud ante el lanzamiento del huevo artificial, un producto elaborado con materiales vegetales que se anuncia como la alternativa vegetariana al huevo. Así, los productores norteamericanos han decidido contrarrestar el lanzamiento del polémico producto -que ha contado para su desarrollo con la financiación de Bill Gates- con una campaña publicitaria en la que hacen hincapié en los atributos del huevo como un alimento de confianza para toda la familia, algo que contrasta con el nuevo producto, que ya ha iniciado su venta en el estado de California, tras un proceso de investigación que se dio a conocer el año pasado y del que ya informamos en www.AVICULTURA.com.
La UE también se ha pronunciado ante esta gran operación marketiniana y ha explicado que la norma sobre información al consumidor prohíbe usar nombres o afirmaciones que puedan inducir a error, así que concluye que al nuevo producto no se le puede dar el nombre de “huevo”, puesto que en estas normas de comercialización e higiene no tiene cabida un producto que no sea el huevo o un ovoproducto fabricado a partir de este alimento, es decir, que si no lleva huevo, ¿cómo puedes llamarle así?
Por su parte, el American Egg Board (AEB) tranquilizó a los productores en su momento, y se apresuró a recordar que no es la primera vez que sale al mercado un sustituto del huevo, alegando que este no es muy diferente de los predecesores, y que en realidad tanta publicidad y revuelo viene por el hecho de contar con Bill Gates, además de con el cofundador de Paypal, Peter Thiel.
La campaña de los productores estadounidenses lleva por título “Real Eggs or Egg Replacers? (¿Huevos de verdad o sustitutos?), y coincide con un buen momento para el sector, ya que las cifras de 2013 demuestran que el consumidor confía en este producto, cuyo consumo sigue creciendo.
Por otra parte, algunos medios de comunicación chinos han informado de que el polémico producto podría entrar en el mercado de China a lo largo de este año. También se habla de posibles contratos con empresas de comida rápida como McDonalds o KFC.